Gastronomía


SABOREANDO

NUESTROS PUEBLOS

Febrero 2022   /   Al Oli i Vino

 

¡Hola de nuevo a todos!. Espero que me hayáis hecho caso, por lo menos en una de las sugerencias que os comenté en el último número de El Escaparate.

 

Que bajarais a ese bar/tasca/restaurante que tenéis junto a vuestro portal, y que ni imagináis las “maravillas” que son capaces de cocinar con los maravillosos ingredientes que nos aporta la madre tierra.

 

Pero ya sabéis y por favor, con MUCHA responsabilidad por el “covibicho mardito”, que os quiero seguir viendo a todos vosotros por aquí muchos, muchos años más.

 

Continúo dejando este mismo “consejo” de lectura, por si es el primer número de El Escaparate que leéis; En estas reseñas os ofrezco dos posibilidades de lectura:

 

Guía rápida:

Para los que queráis ir al grano y que sólo una lectura rápida os sea más que suficiente. Esta opción contiene un cuadro sinóptico con lo principal, donde se especifica todo lo esencial, si bien tiene trampa, dado que es el hilo conductor para que os incentive y os “pique” para continuar leyendo la siguiente sección, que es la Guía sosegada; pero bueno si no os logro persuadir, indicar que no es necesario que leáis nada más.

 

Guía sosegada:

En esta parte se refleja todos y cada uno de los aspectos valorados. Aquí la verborrea será el hilo conductor con el propósito que os sintáis transportados a este lugar y que seáis capaces de sentir cada una de las sensaciones que atravesaron mi mente y mi paladar el día que me senté a comer. Si lo logro, estaré más que satisfecho. Y si no, os invito a que vayáis al sitio y lo sintáis en primera persona ¡que diantres y cuánta razón tenéis, que no os lo cuente otro!

 

Guía Rápida

EL HUMO

Juan Fraile, 1 - 28260

Galapagar - Madrid.

  • Fecha 28/10/2021
  • Tipo Comida: Casera
  • Comensales : 5
  • Ambiente: Tranquilo, música de fondo pop/rock

Precios 5 comensales:

  • CON bebida: 130,50 €
  • SIN bebida: 76,50 €
  • Bebida: 54,00€

Precio por comensal:

  • CON bebida: 21,75 €
  • SIN bebida: 12,75 €
  • Bebida: 9,00€

Cómo ir:  Andando (si vives en Galapagar) y coche/autobús si eres de fuera. Aparcar por la zona es algo complicado pero existen varios aparcamientos cercanos:

• 4 minutos parking Ayuntamiento

• 7 minutos parking Polideportivo

 

Con quién ir:  Todo tipo de público

 

Cuándo ir:  Cualquier día del año

 

Tipo de celebración:  Todo tipo de celebración

 

Reservar:  Aconsejable dado que el local es muy entrañable, pero no tiene gran capacidad.

 


Guía Sosegada  -  Entrantes

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Queso provolone a la brasa.

 

También soy un apasionado del provolone. Es cierto que este queso por si solo no me llama la atención por sabor y por su textura, pero una vez fundido y mezclado ligeramente con aceite, orégano (como no) y tomate, hacen de ello algo muy apetitoso, jugoso y divertido de comer. En este caso, si bien se había tratado con mimo, fundiéndose el queso en un cuenco de barro sobre la brasa, no encontré lo que tenía en mente, por la falta de “carácter” del queso.

 

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Chorizo criollo

 

Realmente sorprende por el producto en sí, excelente. Con una jugosidad muy lograda en la parrilla, y eso que no es fácil que quede en su justo punto, pero que se nota que ha sido tratado con destreza para que explosionen todos los matices en tu paladar. Muy recomendable.

 

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Morcilla de Burgos

 

Es de esos productos que podemos cocinar en sartén, pero que no nos podemos quedar ahí si disponemos de parilla, dado que siempre conseguiremos algo más de ella, si la cerramos en la brasa. De esta forma, conseguimos que el carbón le aporte más matices que los que puede llegar a otorgar un fuego eléctrico o de gas, siempre útiles pero neutros en su trabajo a la hora de aportar de más a la comida. Desde luego si os gusta la morcilla de Burgos no dejéis de probarla y os lo dice un apasionado de la morcilla de cebolla de la Vega Baja.

 

Guía Sosegada  -  Principales

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Lomo alto

 

Sencillamente me encantó, dado que tras pedir este producto apareció Antonio en la mesa, con la pieza “virgen”, previo a su cocinado, para enseñarnos exactamente de donde iba a salir nuestro “trozo”. Un detalle de agradecer esa transparencia que demostró.

 

El material tenía un aspecto firme, rojo atrayente, con su grasa, que apetecía darle un bocado en ese mismo instante, dada la calidad de ésta (algún día lo haré 😊).

 

Una vez pasado por la parrilla el producto se volvió espectacular, con su punto justo de braseado. La grasa aledaña con su color acaramelado y con tacto aterciopelado, salado en su justa medida y a la postre, y lo más importante, el resultado final ¡fantástico!.

 

Está claro que Antonio trata con mimo la brasa. Eso se traslada sin querer al producto que cocina sobre ella y que en esta ocasión consiguió maravillas con este lomo alto jugoso. No puedes irte del Humo sin haber probado este lomo!.

 

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Banana con chocolate fundido, nata, sirope y helado.

 

Curioso este postre que seguro sorprende a los más pequeños y a algún que otro “grande”. La mezcla de todos los sabores que aportan la banana, el chocolate, la nata y el sirope, combinan muy bien en la boca, entrando muy fácilmente en ella por su dulzor.. Como oriundo de tierra de helados (nací a 20 kilómetros de Jijona) es un postre que siempre pido, bajo en calorías, que refresca, no llena tanto como la pastelería y es dulce a la vez. Dos bolas generosas de buena calidad servidas en copa de helados, de grueso cristal de toda la vida. ¡Muy rico!.

 


Opiniones y sensaciones de amigos

Mesas amplias, separadas y sin agobios de gente. Comida, buena en general, todo está rico y algún plato te sorprende. Si bien la carta no es muy amplia. Postres ricos. Velocidad: adecuada para poder cenar tranquilamente y conversar entre los comensales. Precios contenidos. Buena calidad en los productos presentados. Los precios están en rango con los comercios de restauración de la zona.

 

Resumen final

Hemos ido en dos ocasiones, la primera cuando lo inauguraron gracias a la recomendación de Isa (¡gracias Isa!) y la segunda con 2 parejas de amigos. En la primera, más informal, éramos 3, y nos sentamos en la mesa alta que hay al entrar a la izquierda. Esta mesa es ideal para picoteo y por su situación nos encantó.

 

Escondidos íntimamente en un rincón del restaurante, rodeados de antigüedades, las paredes llenas de fotos de rockeros que nos han acompañado cuando recuerdo que me peinaba el pelo. La conclusión de todos, esta primera vez, fue que volveríamos, y más cuando Antonio al finalizar la cena y sin conocernos de nada, sólo tras la charla que fue surgiendo con él entre plato y plato, nos dejó, sin preaviso, las botellas de licor para nuestro disfrute.

 

Aguardiente de blanco, orujo de hierbas y tequila…en fin, no todo el mundo tiene estos detalles. En la segunda ocasión nos sentamos las tres parejas que fuimos en el comedor de la derecha, en una mesa para seis, amplia y sin agobios de gente alrededor. La charla fue por los mismos derroteros de la primera vez y el resultado final fue el mismo. Comida rica en general, botellas de licores en la mesa y ganas de repetir.